17 junio, 2005

Indignacion

Hoy no pude ir a trabajar con mi bicicleta. Así que al sonar el despertador me preparo para disfrutar de mi viaje en metro. Descubro que en el tiempo que llevo utilizando mi bicicleta no han cambiado las cosas: el metro sigue tardando una eternidad, la gente sigue sin respetarse, ni hablarse, los periódicos siguen diciendo grandes verdades de templo para vender más ejemplares que yo leo compulsivamente por encima del hombro del desconocido treintañero de traje marrón, corbata azul sobre camisa blanca (¿cuando llegue a casa, serán así también sus pijamas, sus camisetas, su ropa para ver el futbol con los amigos en el bar?). Yo también sigo leyendo las mismas noticias en los mismos periodicos ajenos.

La Iglesia Católica Española se posiciona totalmente en contra del matrimonio entre homosexuales, leo en un periódico. Me indigno. Califican esta ley de grave error. Y yo me pregunto si hacer notorio y legal tu amor por una persona puede ser un error. También me pregunto si apoyar a Franco durante 25 años (con sus condenas a muerte y su fiera represión) no es un error grave. O la neutralidad de la Iglesia Católica durante la segunda guerra mundial o las doctrinas contra el uso del condón en África o la hipocresía de sus líderes que promulgan la pobreza desde torres de tres pisos más allá de la ronda de dalt... Y yo les pago, les mantengo, para decir esta sarta de barbaridades, para crear esta opinión, para crispar la sociedad porque no avanza hacia donde ellos desean o porque ellos no dirigen este cambio. Sí los mantengo, les pago pues mis padres me bautizaron a la tierna edad de 4 meses. Y yo marco No en el papel de la declaración de la Renta: NO quiero que mis impuestos vayan a la Iglesia Católica, pero el Concordato con la Santa Sede es un papel muy superior a mi papelito azul, ganado con el sudor de mi frente, como a ellos les gusta decir.

Si sigues este blog regularmente, sabrás que no escribo mucho y que no me gusta comentar las noticias, pero estoy realmente indignado.

Si todavía crees en la Iglesia Católica como única representante de Dios en la Tierra, te recomiendas esta carta:

1º de abril de 1939, derribada la II república, Eugenio Pacelli --recién coronado Papa con el nombre de Pío XII-- felicitaba así a Franco: "Elevando nuestro corazón a Dios, compartimos con Vuestra Excelencia la alegría por la victoria, tan anhelada por la Iglesia, Albergamos la esperanza de que su país, tras el restablecimiento de la paz, adopte con nuevas energías las viejas tradiciones cristianas". Franco contestó expresando la profunda gratitud que sentía el pueblo español. En los 70, con Franco decrépito y pocas posibilidades de continuidad de continuidad, la Iglesia se transformó en abanderada contra la barbarie y la tortura que no había visto en los 20 años precedentes.

Encontrarás más información aquí

Si como a mí, te inscribieron en ese club sin preguntar, mira aquí.

1 Comments:

At 5:15 p. m., Blogger RAT said...

Estaba muy bueno el vino que trajiste el otro día. Por cierto, yo también soy de los que elige un plato para acompañar al vino. Un saludo,
Raúl

 

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